La
película fue basada en una novela original de Elizabeth McNeill con guión de
Sarah Kernochan y Zalman King y dirigida por Adrian Lyne.
En esta
película nos habla del erotismo, del despertar de la sexualidad y un poco de
sado suave y de la dominación. El personaje de Kim Basinger despierta al sexo
de la mano de un hombre que necesita excitación para gozar que es el personaje
que interpreta Mickey Rourke.
Nueve
semanas y media parte de un esquema manido en el género erótico: el de la
pareja que va explorando variadas fantasías sexuales cada vez un poco más en el
límite de lo bizarro. En este caso rompió todos los clichés asociados al
erotismo situando la acción en un marco moderno: una gran ciudad, personajes de
clase media y escenarios cotidianos tratados además con una puesta en escena un
tanto sensacionalista, heredada de la publicidad y el videoclip, muy a la moda
en la época.
La
película ofrecía un erotismo al gusto de la juventud de los 80. Lyne, aunque con un guion no muy bueno sabe
moverse de maravilla por la ambigüedad del personaje de Rourke, John y explota
la enorme sensualidad de Elizabeth que interpreta Basinger. Son dos personajes cotidianos de la gran ciudad;
jóvenes pero ya con cierto historial sexual y sentimental a sus espaldas,
aquejados de la soledad de la vida urbana y en busca de nuevas sensaciones.
El
argumento de 9 semanas y media: Elizabeth vive con una compañera de piso en una
gran ciudad y trabaja en una galería de arte. Un día conoce a John, que empieza
a seducirla. La relación empieza a adquirir tintes peculiares ante la actitud
de John, al mismo tiempo cariñoso y distante, que empieza a introducir a su
novia en extraños y morbosos juegos. El final de la historia no pinta bien para
el provenir de Elizabeth.
La
película fue catalogada como muy sexista por algunos sectores, ya que nos
presenta a esa bella mujer en un papel absolutamente de sumisión frente al
hombre.
Fue un
exitazo de público pero no de crítica, tal forma que ese año se llevó tres
nominaciones a los Razzie uno de ellos a la propia Basinger.
La banda
sonora compuesta por canciones de la época destacó y, sobre todo Joe Cocker y
su You can leave your hat on.
Las
canciones que componen esa banda sonora:
1. I Do
What I Do - John Taylor
2. Best Is
Yet to Come - Luba
3. Slave
to Love - Bryan Ferry
4. Black
on Black - Dalbello
5.
Eurasian Eyes - Corey Hart
6. You Can
Leave Your Hat On - Joe Cocker
7. Bread
and Butter - Devo
8. This
City Never Sleeps - Eurythmics
9. Cannes
- Stewart Copeland
10. Let It
Go - Luba
Datos
curiosos:
- Tuvo un
enorme éxito de taquilla que la colocó entre las películas míticas de la década
de los 80. Tal vez en parte por eso, la crítica se cebó en ella y hasta estuvo
nominada en varias categorías a los premios Razzie a los peores films del año,
unos galardones más bien cobardes y reaccionarios que suelen cebarse con los
títulos de contenido erótico.
- Kim
Basinger utilizó una doble de cuerpo para algunas de las escenas de desnudo o
subidas de tono. No obstante, se convirtió en el sex-symbol por excelencia de
esa época, trono que sólo Sharon Stone conseguiría arrebatarle años más tarde
con Instinto básico.
- Basinger
llegó a declarar estar muy orgullosa de la película por haber contribuido a la
educación sexual de muchas mujeres americanas
- El DVD
incluye algunas de las escenas borradas; sería interesante saber si las
secuencias suprimidas llegaban más lejos en cuanto a mostrar la naturaleza
sadomasoquista de la relación que se cuenta en la película.
- Zalman
King, el productor, desarrolló, a raíz del éxito del film, toda una carrera
como erotómano dirigiendo títulos como Orquídea salvaje, también con Mickey
Rourke, o su secuela Piernas de terciopelo.
Finalmente
la escena más celebrada de toda la película es cuando Elizabeth, iluminada tras
unas persianas, obsequia a John con un striptease mientras suena de fondo You
Can Leave Your Hat On de Joe Cocker.
Sin duda
tanto la película como el tema de Joe Cocker ha causado controversia, sin
embargo no deja de ser este último uno de las mejores canciones del cantante e
interprete.